1 de febrero de 2011

de q sirve la vida si aun poco de alegria le sigue un gran dolor...

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar el sueño.
Llorar de amabilidad.
Abrir las compuertas del llanto.

Empaparnos el alma, la camiseta.

Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuies
y
los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz.

Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría.

Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!.


Te llore hasta el extremo de lo que era posible, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante.

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